Bienvenid@s al mundo de motocicletas italianas de la corporación Ducati y al mundo del Desmo (sistema de distribución desmodrómica). Mi pasión por las motos y también por la velocidad (aunque no guardan relación) me vienen desde muy pequeño. Y es que la factoría de radios bolognesa reconvertida a lo largo del albor de los tiempos ha forjado un fuerte vínculo en mi persona.
Mi historia completa es la siguiente. De pequeñito nunca pude tener una motocicleta propia pero eso lo solventaba "tomando prestada" la moto de mis compañeros de cuadrilla, así que era frecuente que amigos de mis padres me vieran circulando con diferentes motocicletas por la ciudad sin su permiso, por descontado. Y digo por descontado porque era otra época; era una práctica completamente habitual. En una ocasión, una Derbi de 49cc llegó a tener el cartel de Vendido en el escaparate pero hasta ahí llegó la cosa; para mi desgracia. Más adelante, durante unas pocas semanas logré "alquilarle" a un amigo una Honda MBX de 79cc con la maneta de embrague colgando. De aquellos días conservo grandes grandes recuerdos y algún relato escrito que ahora permanece archivado en algún recóndito cajón y hasta alguna canción. A los pocos años abandoné todo puesto que marché al extranjero a estudiar y durante ese tiempo fueron muy pocos los escarceos en dos ruedas, por no decir prácticamente nulos.
Volviendo al presente, hasta que no he cumplido los 31 años no he podido verdaderamente disfrutar del mundo de las dos ruedas. Esto se traduce de forma que, hasta que no tuve suficiente dinero para poder comprarme una motocicleta y tener absoluta libertad para/con la moto, no pude regocijarme por todo lo sufrido. Sí, sufría. Lo pasaba mal viendo motos pasar delante mía, por no poder compartir ese gozo tan característico de nuestra estirpe. Cada año se repetía como una rutina. Nada más llegar la primavera la mayoría de motos salían a la palestra a modo de pesadilla para mí.
Pero mejor recapitulo: finales del año 2004. Habiendo ahorrado mis primeros euros todas las mañanas en la oficina mi mente, más intensamente que nunca antes, lucubraba y me martilleaba sin cesar por una obsesión (y un capricho): mi primera moto. Una y otra vez, todas las mañanas agonizaba bajo el mismo trance, hasta que decidí dar el paso.
Sinceramente, ya tenía clara la elección: Ducati Monster. No había otra opción en mi mente. Así que ... me puse manos a la obra. Fui personalmente al Concesionario Oficial, entro en el establecimiento y ... maldición. Había entrado en el local contiguo y allí me comunicaron que lo que yo quería no se vendía porque la concesión ya no existía.
¡¡¿¿Qué??!! Tranquilidad; eso no es un problema. No estaba dispuesto a ceder por ninguna otra montura y tampoco iba a regresar a la tortura matutina que deseaba superar. Ya en casa, llamé a los diferentes establecimientos y talleres de mi ciudad preguntando por si sabían algo del tema o por si un casual alguno iba a representar a la marca italiana, pero no hubo suerte. Sin soltar el listín telefónico pensé: tengo 5 opciones (una por cada ciudad limítrofe), así que sigamos intentándolo. Llamé a información, obtuve el teléfono de la primera de las ciudades, y transcribo:
- Hi-Sport, buenas tardes …
- Hola si. Soy una persona de otra provincia y quería información y precios de una moto en concreto, una monster.
- Bueno sí, verás ... puedo decirte todo lo que quieras: características técnicas, modelos, precios, etc. Pero en vez de soltarte todo el rollo te voy a decir una cosa. Pásate por nuestro taller y lo ves in situ. Ves las motos y además compruebas el ambientillo que se respira por aquí que seguro que te convencerá, y luego ya decides.
Se podrían decir muchas cosas sobre este último párrafo, pero el caso es que le tomé la palabra y así se lo dije. Le anuncié mi visita al día siguiente en otra llamada y pasada una semana me planté en Vitoria no sin antes dar mil vueltas por sus calles con los nervios a flor de piel pues me costaba ubicar el local; el momento se acercaba. Y no hizo falta mucho para que no siguiera llamando al resto de ciudades tal y como yo preveía desde un principio.
Fuí a Vitoria, y allí me quedé. Este no era un taller cualquiera, se podía palpar, se podía oler, se podía sentir de mil y una maneras que ahora no voy a describir (porque se lleva por dentro), pero la impresión era una, grande y ... Hi-Sport. No hay más palabras.
Hice el correspondiente pedido de una Ducati Monster 620 dd (Dark y de doble disco), y lo traté de hacer coincidir con la fecha de mi aniversario. No soy una persona de cumpleaños precisamente, pero estaba dispuesto a darme el segundo gran regalo de mi vida. Y así fue.
La M620dd duró 9 meses y al décimo ya la había vendido con 17.500 kms sobre su motor. No cabe duda que las M6XX son las motos ideales para cualquiera que no haya conducido motos grandes en su vida, independientemente del sexo o de la edad. Es LA moto. No hace falta más. Con ella vas a todos lados, puedes seguir rueda a todas las otras motos (sin pasarse, evidentemente), te permite todo tipo de variaciones y te regala todo tipo de sensaciones. Además de no sólo aprender, uno disfruta, con todas sus letras y con la boca grande.
Pero aquí el menda lerenda no se conformaba y quería más; una en concreto que había visto y que pude probar. Como soy una persona un tanto fiel, hasta que no tuve la pasta en la mano no hablé de negociar la siguiente moto. Y por eso precisamente (por no apalabrar), la moto voló porque dos días antes otra persona había cerrado el trato con su dueño. La cara que se me quedó fue la de un completo gilipollas, no me importa decirlo. Así que traté de buscar otra solución. Podía permitírmelo en aquellos momentos, y me ceñí a mi plan de escalabilidad. Tras una seiscientos, el siguiente paso era una ochocientos, pero tras muuuuuucho sopesarlo y sobretodo marear indiscriminadamente a la gente del concesionario, la conclusión a la que llegué es que por prestaciones y mantenimiento merecía más la pena subir un peldaño más y dejar de mirar la S2R 800. El nuevo objetivo era una S4R 996cc saltándome mis previsiones. Una auténtica desmodue.
Con un gran detalle y otro golpe de suerte por parte del ya mencionado taller, logré in extremis mi nueva Ducati S4R en víspera del GP de Jerez del año 2006. Un 29 de Marzo al mediodía y tras una alocada mañana por temas burocráticos del funcionariado de turno, logré presentarme nuevamente en Vitoria dispuesto a partir hacia Jerez con mi nueva moto. Toda una aventura la del nacimiento de mi S4R que ahora no voy a relatar, pero en un fin de semana ya tenía hecho el rodaje, cosa que me congratuló enormemente.
Con la S4R es la moto con la que más he viajado. En 18 meses le hice 30.000 kms. y recorrí todas las carreteras que pude de la geografía española, quedándose un desafortunado viaje a Marruecos en el tintero puesto que en Totana (Murcia) hubo que regresar sin cumplir otro sueño (por causas ajenas); pisar Africa. Y ahora que lo pienso, habría sido una locura y una tortura para mi S4R, pero en su momento ya lo tenía todo decidido.
El caso es que a los 18 meses de su nacimiento mis elucubraciones mentales por fín tocaron techo: Ducati S4Rs Testastretta (Desmoquatro). Ya no hacía falta subir más peldaños. Esta es la moto definitiva, la cumbre de las cumbres y mi niña mimada a día de hoy. Y como tal, le hago menos kilómetros que a las otras porque quiero que dure una eternidad aunque ya tiene más de 50.000 kms sobre su motor. A día de hoy yo ya he recorrido más de 100.000 kms en tres diferentes monster.
Poco a poco la he ido "tuneando y maqueando" como se suele decir, lo cual es un continuo proceso. El mundo de las monster es lo que tiene. Que además de gastarte el dinero en una moto, luego está el mundo de la personalización, igual de caro por cierto. Con ella me estrené en circuito, y tras esa primera incursión y por mi gran apego, decidí añadir una moto más a mi colección: una Ducati 900 SuperSport i.e. del año 2000, exclusivamente para uso en circuito, con la cual poco a poco voy aprendiendo a conducir en circuitos de velocidad, recintos cerrados al tráfico (tampoco es barato precisamente).
Todo esto viene a raíz de que en el año 2005 cuando establecí mi vínculo con Hi-Sport Vitoria y no haber relación posible en Pamplona en aquellos momentos, me presentaron a otro cliente de mi misma ciudad, mi mentor y maestro como yo suelo definirlo.
Gracias a Nacho realicé mis primeras incursiones en carretera y en el mundo virtual a través del portal de Ducatistas.com. Su enorme ayuda marcó el rumbo a seguir para mí; me mostró el mundo del desmo y la particular camaradería de los ducatistas y todo lo que les rodea. Comencé a conocer a verdaderos seguidores de la marca italiana por doquier (muy pocos en mi provincia), se establecieron las bases de la conducción segura, polivalente, dinámica y práctica, se marcaron las vías por donde de mis 100.000 kms de experiencia sobre las dos ruedas han caído en gran parte, me permitió ampliar horizontes y por ello dimos el paso a los circuitos que abundan en territorio nacional además de un largo etécetera, pero es aquí donde deseo relatar mi segunda etapa de crecimiento como motero implicado.
Gracias a las tandas en circuito que se han venido organizando a través de Ducatistas.com y sobre todo al respeto que se inculca desde este colectivo, pude progresar en mi particular evolución mejorando y comprendiendo los pros y contras de las dos ruedas, y desterrando los tópicos que nos rodean aún a día de hoy a todos los moteros, sobre todo por la nefasta ayuda que prestan a la sociedad los medios de comunicación en general en cuanto a su mensaje y repercusión.
Es en circuito donde logré asentar las bases de una conducción segura aunque la mayoría de la gente que lea esto piense que es un contrasentido, supongo que por desconocimiento o malas experiencias ya que de todo hay. El fomento de la seguridad y la educación de ésta es sin dudarlo el mejor camino a recorrer.
Brevemente explicaré cómo desde este portal se desarrolla este para algunos contrasentido. Ducatistas.com alquila un circuito, el que sea (Albacete, Cheste, da igual). Se programan 3 niveles donde cada uno ha de apuntarse según criterios lógicos y de sentido común. También es cierto que en Ducatistas.com más o menos tod@s nos conocemos, lo cual permite que también nos podamos ayudar adquiriendo un grado de compromiso mayor, pero retomemos la explicación: nivel 1 para novatos, nivel 2 para "los medios", y nivel 3 para "los rápidos" aunque yo me voy a centrar en el primero de ellos, donde yo comencé naturalmente. Miembros del foro con experiencia contrastada ayudan como monitores de diferentes maneras. Se realizan grupos pequeños siempre dependiendo del número de participantes en un mismo nivel evidentemente, cada uno con su propio monitor para todo el día. Y aunque esta manera de realizar las tandas puede variar, describiré el funcionamiento.
En el nivel 1 generalmente acudimos con los nervios a flor de piel, con la perspectiva oscura y el miedo metido en el cuerpo; esto es así para la mayoría como consecuencia de la inexperiencia. Durante un día completo en un circuito, normalmente salimos a pista de 3 a 4 veces a un promedio de 8 vueltas por tanda.
Antes de salir a pista los grupos se forman con cada monitor, se explica y se atienden dudas una ver supervisado los elementos básicos. Cuando se sale a pista bajo unas normas claras y sencillas de seguir pese a tanto nervio y miedo, se hace de la siguiente manera: la primera vez el monitor lidera el grupo por una sencilla razón, para mostrar al resto del grupo las trazadas a seguir en cada circuito, nada que ver con la conducción en carretera a la que todos estamos ya habituados.
El monitor lidera el grupo y el resto le seguimos en fila india. ¿Qué pasa en estos casos? La persona que va en 1ª posición tras el monitor tiene la mejor vista de las trazadas. El 2º y el 3º prácticamente también, pero el resto van perdiendo la trazada progresivamente porque esto es así. ¿Cómo arreglarlo? Una vez realizada la primera vuelta, el 1º que sigue al monitor y al igual que un equipo de ciclismo que realiza una prueba contra el crono se tratara, se aparta del grupo para pasar a la última posición. De este modo y menos esta persona, todos avanzan una posición en la fila para poder alcanzar las primeras posiciones que son las que mejor perspectiva ofrecen. Realmente es sencillo y eficaz. Soy sincero sobre ello.
Así pues la primera tanda transcurre de este modo y una vez finalizada y de vuelta en boxes, el grupo se vuelve a reunir con su monitor para antender dudas, explicar defectos que el monitor hubiera podido identificar, repasar absolutamente todo, etc.
La segunda tanda cambia. Ahora el monitor normalmente ya no lidera, sino que sigue por detrás a cada uno de los miembros de la fila con el mismo fin; regresar a boxes e ir puliendo.
La tercera tanda puede que el monitor sólo se ofrezca a quien verdaderamente pueda necesitarlo notablemente o quien lo solicite.
Este es más o menos el funcionamiento básico, pero lo que verdaderamente prima es el respeto y la seguridad. Un día de circuito sin incidencia alguna es el mejor día posible. Y se cumple. Si por algo recomiendo las tandas de Ducatistas.com es por esto mismo precisamente, por las nociones y los valores que se aprenden e inculcan, ejemplos a seguir que animan a que quien participe promulgue el mismo espíritu.
Fuera de éstas tandas, habiéndome apuntado con otross organizadores, sinceramente he visto actitudes nefastas y negligentes por parte de los participantes con terribles consecuencias, hechos que no ayudan debido al poco rigor y al motivo económico de quien las organiza. Tan lamentable como cierto, salvo algunas pocas.
Poco a poco y en el transcurso de los años fui mejorando, evolucionando como yo digo, y ampliando horizontes. Mi tercera fase o etapa viene de la mano de otro ducatista de la comarca, Xabi. Esta persona quien ya pertenecía a otra comunidad motera pero que como ducatista también participaba en el portal virtual Ducatistas.com entre otras cosas, me animó a conocer la Asociación Mutua Motera, movimiento social motero a nivel nacional en pro de la seguridad vial para el sector de las motos.
La Asociación Nacional de Motoristas (antes Asociación Mutua Motera)
La ANM, aunque nace con otros objetivos (seguros para los moteros asequibles porque el mundo de los seguros nos tenían por aquel entonces en muy mala consideración como parte de los clásicos tópicos que todo el mundo ha escuchado alguna vez y que a día de hoy se mantienen, por desgracia), es quien me ha mostrado las tripas de nuestra sociedad por un lado, así como me ha formado y pulido para defender lo que no es justo, con la seguridad vial siempre como estandarte y por encima de todo.
En la ANM mucha gente puso sus esperanzas y su dinero y como en todo, algunos han salido satisfechos y otros más bien lo contrario. Yo personalmente no estoy en ninguno de los dos grupos si bien es cierto que hubo un momento en que abandoné activamente esta asociación aunque siempre me he mantenido como socio apoyando al menos económicamente a este grupo.
El gran caos que siempre ha reinado en nuestro colectivo y la desunión de los moteros es lo que provocó mi desvanecimiento como activista; son factores que se me escapan y a los que no tengo alcance. Yo ya abandoné el activismo que es lo que sinceramente a mí me animaba y alegraba, así como alimentaba y satisfacía a nivel personal; ayudando en definitiva porque de egoísmo el mundo está lleno. Aún y todo, recientemente he retomado un poco la senda y está entre mis propósitos tratar de que la presencia de la ANM en Navarra recobre fuerza tras la inmensa y ardua labor por más de una década de los mutualistas navarros, quizás a modo de relevo que es como más me gusta pensar a mí que puedo servir. En noviembre del año 2015, tras tres años de parón en Navarra, decidí dar el paso adelante y sustituir a F. Sanz al cargo de la representación de la ANM en la Comunidad Foral, para más adelante llevar la coordinación del voluntariado en esta región y también participar con orgullo y alegría en la Escuela Nacional de Conducción de Motocicletas como monitor. En el 2017, justo dos años después pasé a llevar la dirección nacional del voluntariado (Dpto. de Voluntariado y Acciones Solidarias), ser el delegado de la ANM para todo el norte del país, colaborar en la dirección del departamento de SV de la misma, dirigir el voluntariado nacional, participar en el Instituto de Seguridad Vial de la Motocicleta también de la ANM y finalmente pasar a ser miembro de la Junta Directiva.
Pero hubo una época en la cual yo me consideraba joven, dispuesto, sin cargas de ningún tipo y con mucho tiempo y ganas, aunque según uno va creciendo y observando cómo pauperrimamente algunas puertas poco a poco van cerrándose, cómo poco a poco por lo que verdaderamente uno había apostado se hace menos accesible, por desgracias algunos sueños desvanecen. No por ello dejé la asociación ni mi contribución económica, pero me lamento no haber podido hacer más hace años y simplemente pasar a limitarme a contribuir con una cantidad de dinero al mes y no sentir mi evolución que también es la evolución del mundo motero.
Formación Profesional y segunda etapa
Cambiando de tercio y finalizando esta parte de mi vida bajo otra mirada retrospectiva, a finales de la primera década del siglo XXI y con la llegada de la crisis económica del mundo occidental, debido a motivos laborales marché de mi comunidad a otra donde tampoco logré que la gente se uniera del modo en que hubiera sido satisfactorio siempre en pro de todos estos valores ya mencionados. Desconecté durante dos años tanto del mundo de las motos, como de toda la gente que conocí, así como de Ducatistas.com y de la ANM. Hoy por hoy creo haber recobrado fuerzas, y aunque ya no posteo en el portal de ducatistas.com si formo parte de la ANM y por mi parte me he estado formando con un máster en Seguridad Vial a través de la Universidad de Valencia así como en un curso y formación como auditor también en Seguridad Vial por parte de Aenor (ISO39001 y auditor) con su correspondiente certificado directamente enfocado al mundo laboral y profesional que es el siguiente paso y el nexo de unión entre mi primera década de motorista y la próxima. Por ello en el 2019 cursé el post-grado de Naciones Unidas (ONU) de CIFAL en la Universidad Europea de Alcobendas - Madrid) donde formamos un gran grupo de trabajo internacional entre varios expertos en Seguridad Vial (donde "experto" sería más bien = con experiencia). Fruto de ello constituí la asesoría internacional SegurVial Consultores a modo de cronológico colofón. Ahora ya el siguiente paso sería el doctorado, el cual no descarto.
En cuanto a las motos mis inquietudes no han desvanecido. Durante todo este tiempo otras preciosas Ducati han pasado por mis manos, en concreto una 1098 y una 748. En el 2012 adquirí una 916 que forma parte de otro largo proceso y objetivo que quizás algún día pueda mostrar, quien sabe. Y en 2015 vino una magnífica 851 strada; gloria.
A día de hoy, con otro tipo de poso en mi sangre y tras tomar un leve giro en mi propia formación continua, esta vez a través de mi entorno laboral (oportunidad que no había sopesado y por la que también he de arriesgar para tratar de abrir un nuevo camino como siempre en pro de la seguridad vial) y por nuestro bien, confío en que la labor que pueda prestar, por ínfima o pequeña que pueda parecer, sume y solo sume en positivo. Tengo cuarenta y ocho años y espero haber logrado al cumplir los cincuenta, por poner una cifra al azar, parte de las esperanzas que hoy aún albergo. Esto sencillamente significa que espero poder cumplirlo.
Una vez finalizada la explicación personal sobre mi desarrollo evolutivo paso a publicar alguna afoto de mis señoras Ducati a modo de expresión visual que confío sean del agrado como complemento. Espero que tanto texto no os haya desanimado a continuar explorando mi página web personal.